martes, 9 de septiembre de 2014

En pos del matiz


"El matiz .... lo singular, aquello que sólo es tuyo y en lo que no te repites ni compartes con nadie. (...) Nos diferenciamos en los matices, gracias a ellos nos convertimos en identidades tenues, ligeras sombras que disfrutan del libre albedrío individual. Tú y yo sólo nos reconocemos en los matices. Sí, Dios, a modo de regalo y de castigo, nos dio un matiz que hizo que Leonardo da Vinci fuera quien fue y que tú, Única Ola, también seas tú, no una simple continuación y repetición... (...) es también lo que buscamos en el otro, con una pasión llena de celo; vamos en pos del matiz y la diferencia, pero al mismo tiempo es contra lo que luchamos encarnizadamente. (...) Siempre ha sido el matiz lo que choca, lo que busca, discute, repele, mata y abraza".

"¿Quién eres tú? (...) Tu nombre, que es incondicionalmente tuyo y con el que designo lo extra que hay en ti, ese matiz tuyo, tu personalidad. Llegas del norte, donde la casa en que naciste y creciste fue destruida (...) Esos son hechos ¿no? (...) Parece sencillo ¿verdad? Pero, ya ves, a veces los hechos resultan alarmantemente  complejos".
                                                                                  Sándor Márai, La gaviota

Los hechos de nuestra biografía íntima, algunos hechos especialmente, y sus imágenes, la película de esos hechos, sus fotogramas, nos dibujan por dentro, perfilan el "matiz" que nos define, lo que somos en lo más íntimo, nuestro "Rosebud", lo que nos hace únicos.

"¿Sabe de nosotros el espacio del mundo
en el que nos disolvemos?" (R. M. Rilke)






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