un ave
herida junto a la orilla
espera
quietísima
a que la
marea termine de subir
desistiendo
de cualquier
movimiento
inútil
hay sombras
alargadas en la arena
las
figuras de dos niños
doradas al
borde del agua
y su madre
que los vigila
quieta junto
a una silla vacía
casi dentro
del agua
como una
barca de plástico
a la deriva
a la deriva
un pescador
solitario
contempla el
mar de pie
esperando
el pájaro
morirá primero
no sé si
antes
de ponerse el sol