jueves, 29 de diciembre de 2016

lo que queda


...el olor seco que dejaría el mar si se retirara del mundo...
                                                                            (Leila Guerriero)


domingo, 25 de diciembre de 2016

navidad de oruga


eres un ovillo de calor vapor aislamiento
una burbuja de frío en las piernas y en los conductos nasales
cuando entra el aire
porque a veces la nariz es un muro
en ese caso eres la boca abierta
la garganta seca
puro hueco para la ventilación
túnel suspiro

enterrarse bajo tres mantas y sentir aún los pies fríos
ver salir a los de casa y tú dentro
en la elasticidad pringosa de los días anchos
de la fiebre que sube

tener prisa por respirar
salir saltar hacer cualquier cosa
querer aprovechar el tiempo
pero saber que será lento esta vez
que se borró de un gripazo lo previsto
que es destino de la oruga el ovillo

sábado, 24 de diciembre de 2016

nochebuena de 2016


el ritmo suave la luz el sonido del invierno el calor dentro de los restaurantes
el frío fuera en las plazas vacías
la gente que se viste y se abriga al salir
las luces de colores en los árboles desnudos
la placita de una pequeña ciudad de Francia cerca de Versalles
el chocolate que sale como lava caliente de dentro del postre
la maravilla de la tienda de muñecas como una caja de magia
los miles de botones de la mercería antigua con aparadores y tarima de madera
el reloj de la catedral de Chartes que suena en mitad de las calles vetustas y el frío
el sonido de mis pasos 
el de los tuyos más lejos
los patos del río Eure
las gaviotas del estanque de los jardines de Luxemburgo
la estatua helada de la reina de Navarra cuya historia quisiera inventar
el sol matutino como un regalo

el aroma sutil del perfume
la textura caliente del foulard que te regalé
tus ojos azules más tristes
tiempo para  seguir
para dar continuidad a los parques
los paseos
las palabras
los gestos
para hacer un nido

todo eso me falta ahora
y me sobra tos

jueves, 15 de diciembre de 2016

llegada



con mis gafas nuevas escrutadoras miro por la ventanilla y veo
la niebla manto espeso que cubre a pedazos la tierra
los pueblos como hormiguitas amontonadas
la tierra pardusca
los caminos las carreteras
la aspas blancas de los molinos de viento
la coordillera catalana con sus cumbres blancas de nieve
las nubes en cúmulos algodonosos salpicando el cielo
la linea del mapa de la costa formando una diagonal
con la del horizonte anaranjado y violeta por el atardecer
el agua del mediterráneo y los movimientos blancos de las olas
las sombras bajo el agua tal vez de peces
las lineas que demarcan la entrada al puerto y un barco que avanza formando otra línea casi tangente pero móvil, espumosa
y el avión como colgado en silencio fluctuando sobre todo eso
que parece cualquier paisaje o un mapa pero es otra cosa
es adonde yo vuelvo por navidad



jueves, 8 de diciembre de 2016

lo que se escapa


hay unas flores sobre hojas de color morado y una pared que reverbera al sol que se acaba de la tarde
hay un resto de cenizas quemadas en la barbacoa de aluminio viejo olvidada en un rincón de la terraza vacío
hay restos dorados de luz en las copas inmensas de los árboles que trazan la línea del horizonte desde la ventana
un día entero dura mucho y se alarga onduladamente en el silencio de la casa vacía como sin querer
da tiempo al libro la película el pan la ensalada el silencio el sueño el dolor de espalda los pájaros de la mañana los de la tarde el miedo
da tiempo a cansarse y sin embargo
hay un momento en que el sol ilumina todavía pequeñas partes detalles
las flores la barbacoa los árboles
un trocito de luz que  se despide y lo dulcifica todo
y porque me levanto sin saber y me acerco a la ventana puedo verlo brevemente
antes de que el crepúsculo se agrise
como todo

sobre árboles

Dendrocronología y corazón

La vida de los árboles
se mide por los anillos de sus troncos:
los de más tenue trazo, como nombres de mares
subterráneos,
liman los equinoccios; en los nimbos oscuros
cicatrizan los soles de diciembre.

Las mujeres y hombres nacemos porque existen las higueras.

Sabemos del amor
gracias a los manzanos.

Nos parecemos mucho más a los cerezos y los sauces
que a ciertos ejemplares políticos
de nuestra propia especie.

Amar
debiera ser dar sombra a quien nos toque sin hambre
                                                                de ebanista,
nos cuente los anillos sin derramar serrín.

Aquel que sólo poda lo preciso
para que silbe
el aire.
                                                    Martha Asunción Alonso


olhar um ponto indefinido que pode estar no nariz no outro lado no vasto território do outro
eu própria neste caso
a cabeça a um lado parece longe mas o pescoço bem perto escorço estranho esquisito
curva à esquerda contradição tendão tensão galho de árvore

e tem rugas o pescoço curvas anéis do tronco da árvore marcas fósseis
dos milhares de vezes anos em que eu fiz o gesto impensado
de tentar estar no mundo e conter o que se escapa
                            

martes, 6 de diciembre de 2016

pájaros que anidan

parte de mí son los pájaros que llevo conmigo
soy yo y mis pájaros pero también soy yo además de los pájaros a veces
soy yo olvidada de los pájaros que emigran y no vuelven
soy yo también cuando recibo a un pájaro que ocupa un alero
hace un nido canta me reconoce me renueva
soy un árbol con nidos de pájaro
algunos revolotean en mí
otros se secaron



definición de melancolía

                                                                         pájaros que anidan bajo nuestras axilas



siempre hay algo que quieres a tu lado y que no está
hagas lo que hagas
decidas lo que decidas
siempre hay ese algo revoloteando con su ausencia
como si todos esos algo fueran una bandada de pájaros
que ya no están en aquel quieto mundo en el que anidaron

                                                      Nuria Ruiz de Viñaspre






lunes, 5 de diciembre de 2016

el mapa again

 

hay alguien  en Canadá entre arces y casas con buena calefacción y nieve tal vez.
una lamparita encendida junto a la pantalla del ordenador una ventana de cristales helados que separa la habitación de las siluetas negras de los árboles desnudos y casi helados en la calle con pocos coches.
asomarse al abismo de cuartos calientes cerrados hilos de vida invisibles que se cruzan con unas pocas palabras lanzadas al mar.

sábado, 3 de diciembre de 2016

se rasga el cielo


el cielo se rasga a veces de repente en grietas las venas de las manos se hinchan como raíces pero suena la música en el baño de mi hijo y la casa huele a gel de fruta
aumentan las manchas de sol en los muslos la piel se espesa y duelen los dedos intermitentemente
también claudican las tardes siempre pero brillan brevemente y la brisa acaricia la cortina
por un instante sólo parece que todo fuese leve transparente que no importara el desgaste que fuese todo un privilegio