todavía huele a ti la bufanda que me diste
-guárdala
contigo y aprovecha
antes de que
el olor se vaya-
ha pasado un
día solo y se va yendo
poco a poco
el rastro de
tu carne
en la lana
caliente
queda poco
ya
de tu
presencia en el paño
que sin embargo
me cubre
como un abrazo
los hombros
y me da
calor
tu ausencia me viste
como el
fuego de la chimenea
encendida
encendida
en una casa