sábado, 10 de mayo de 2014

Territorios

 "Mi abuela susurró esa tarde, estando a solas ella y yo, que al fin se sentía predispuesta a emprender el viaje al país imaginado. 
Ese país era, desde luego, la muerte. El último de una serie de países imaginados, el país que nunca dejamos de imaginar porque no tenemos de él ninguna imagen real.
(...) en mi niñez, cuando mi abuela habitaba aún el país de todos los días, era la vida y no la muerte el gran país imaginado para mí. Un vida donde olía a futuro, a diferencia de mi abuela. Una vida en la que aún no existía Xiaomei, ni siquiera imaginada. Una vida en la que el placer y el dolor era las grandes comarcas por descubrir"
                                                                                         Eduardo Berti, El país imaginado


"No son los años, hija querida, es el daño ¿sabes? Tú tienes mucha juventud por delante porque ¿cómo decirte? todavía tienes sensación de estar intacta, y se nota que tienes la esperanza de seguir estándolo. Cuando se pierde eso, la sensación de estar intacto, tengas la edad que tengas, la juventud se termina".
                                                                                         Andrés Neuman, El viajero del siglo




Está el territorio donde habito. Pero también los que viví y dejé y llevo conmigo. Está el espacio del amor, el soñado, el perdido, el que se ha vivido, el que se recuerda o se olvida; uno para cada amor, la luz, el paisaje, el olor, algunas palabras, gestos, canciones... Está el del futuro, inmenso, infinito, luminoso primero, empequeñeciéndose después como un abismo con el tiempo que pasa. Está el país de la lectura, lleno de palabras, atmósferas, que me han ido vistiendo y me acompañan, y vuelven a veces a dialogar conmigo al hilo de los mil flashes y ecos del día a día. También hay un espacio de anhelos, vago, inconcreto, de fantasías, lo que imagino y no es, pero está conmigo. Y el país de lo que no fue pero existió de algún modo o pudo haber sido, miradas, silencios, posibilidades, esperas... Las palabras no dichas, los gestos contenidos. Y allá al fondo, una pequeña puerta que se abre hacia un túnel, la muerte.
Por todos ellos transito. Todos al mismo tiempo, todos están conmigo. En todos soy esta que vive.








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