el cielo se rasga a veces de repente en grietas las venas de las
manos se hinchan como raíces pero suena la música en el baño de mi hijo y la
casa huele a gel de fruta
aumentan las manchas de sol en los muslos la piel se espesa y duelen
los dedos intermitentemente
también claudican las tardes siempre pero brillan brevemente y la
brisa acaricia la cortina
por un instante sólo parece que todo fuese leve transparente que no
importara el desgaste que fuese todo un privilegio
No hay comentarios:
Publicar un comentario