“Bien, Marianne, hemos llegado a este tiempo en que somos tan viejos que nuestros cuerpos se caen a pedazos; pienso que te seguiré muy pronto. Que sepas que estoy tan cerca de ti que, si extiendes tu mano, creo que podrás tocar la mía. Ya sabes que siempre te he amado por tu belleza y tu sabiduría pero no necesito extenderme sobre eso ya que tú lo sabes todo. Solo quiero desearte un buen viaje. Adiós, vieja amiga. Todo el amor, te veré por el camino.”
Leonard Cohen
llegó a tiempo la carta
a tiempo de oír de nuevo de saber de
nuevo
de sonreír de la manera en que sólo ella
podía hacerlo
a tiempo de saber que tú seguías
estando
de sentir la brisa de Hydra
el amor de Hydra el sol los días de
agua
de tocar su voz en la
espalda
a tiempo de cerrar el círculo
de despedirse en un suspiro
de Hydra
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